Comunicats de Premsa - ¿Qué pasaría si formaras a tu equipo desde cero?

Entendemos que detrás de cada décima ganada en pista, cada progreso en el desarrollo de nuestros pilotos y cada decisión estratégica, hay un factor clave que muchas veces se subestima: los empleados. 

Cada moneda ahorrada en sueldos y bonificaciones por firma puede marcar la diferencia entre una capacitación más o menos para un piloto, y eso —en el largo plazo— es crucial. Pero el verdadero desafío está en el proceso de contratación: ¿tenemos acceso a empleados verdaderamente capacitados para ocupar puestos esenciales? El mercado es amplio, sí, pero muchas veces no ofrece lo que se necesita.

Si bien nuestra nómina está completa, la imposibilidad de capacitarlos adecuadamente nos obliga a mantener una búsqueda constante. Conseguir un empleado que nos dé esa décima extra, que ajuste correctamente el setup o que encaje perfectamente con el proyecto, se vuelve una tarea estratégica.

Creemos que el verdadero salto de calidad está en formar desde la base. Imaginemos un sistema donde los equipos nuevos, en lugar de depender de empleados con habilidades perfectas desde el inicio, puedan contratar mecánicos inexpertos —con salarios acordes a su nivel— y capacitarlos progresivamente mientras crecen junto al piloto. A medida que ese grupo humano trabaja junto temporada tras temporada, se forja una química real que podría ser reconocida por el propio juego como una nueva mecánica estratégica: un sistema de química de equipo. Esta cohesión interna, basada en la continuidad y el desarrollo conjunto, podría marcar la diferencia en la alta competencia, otorgando ese extra de rendimiento que muchas veces define una victoria. Un modelo así no solo sería más sostenible, sino que fomentaría la lealtad, la identidad de equipo y una visión deportiva a largo plazo.

Nos preguntamos: ¿cuántos empleados circulan por el mercado sin llegar nunca a ser contratados, simplemente porque su programa de formación los dispersa en múltiples roles y no alcanzan los 40 puntos en su especialidad? ¿No sería más eficiente contratar a alguien específico —como un entrenador— y que sea el propio equipo quien lo forme en función de sus necesidades?

Sabemos que no estamos solos en esta preocupación. Varios equipos están al acecho de ese empleado clave que aparece brevemente en el mercado, con 97 puntos en una habilidad principal. Nos gustaría saber: ¿cómo manejan ustedes esta situación? ¿Se sienten identificados? ¿Qué estrategias usan para formar y retener talento?

Los recursos humanos son más que un gasto: son una inversión con retorno garantizado si se los cuida y desarrolla correctamente.